Pensar positivo hace referencia a tener ideas o cogniciones enfocadas a aspectos favorables o agradables de una situación o de uno mismo. Implica mantener una actitud optimista frente a cualquier desafío y tener seguridad en las propias capacidades para resolver y afrontar una adversidad.
Este tipo de pensamiento nos ayuda a enfocarnos en buscar soluciones, en lugar de solo observar el problema. Además, nos permite desarrollar una mejor habilidad de adaptación saludable a los cambios, recuperándonos fácilmente tanto a nivel psicológico como emocional.
Ser optimistas también nos hace apreciar mejor las cosas buenas que tenemos, reconociendo la importancia de la gratitud. Como siempre digo, no es que pensar solucione las cosas, pero si nos brinda la oportunidad de vivir mejor, ya que fortalece nuestra salud mental, aumenta la sensación de felicidad, satisfacción y calidad de vida, mejora nuestro sistema inmunológico, nos da mayor motivación para alcanzar nuestras metas y refuerza nuestras relaciones interpersonales.
Cualquier pensamiento que tengamos, es prácticamente un diálogo interno con nosotros mismos. Si ese diálogo es conflictivo, pesimista o demasiado crítico, la relación con nuestro subconsciente siempre será tensa y de poca ayuda. Por el contrario, mantener un diálogo interno optimista y agradable, nos da la fortaleza que necesitamos para solucionar cualquier situación adversa.
Sin embargo, hay que dejar claro una cosa, y es que pensar positivo no significa ignorar lo desagradable de la vida. Simplemente es enfrentar eso de una manera más positiva y productiva.
Y tu diálogo interno, ¿es agradable? ¿de qué tanto hablas contigo mismo? ¿buscas la solución a las cosas o te hundes más en la desesperanza? Si quieres mejorar tu relación contigo mismo, Agenda tu cita ahora.